Pandemixxx y el vecino de enfrente
Un día me encontraba en mi balcón absorta en mis pensamientos, cuando de pronto lo ví, regando sus plantas, en su ventana, era blanco, como la nieve, robusto, cabello rojizo, como el fuego, peinado al viento, era el vecino de enfrente, nunca le había prestado atención, hasta ese momento, nos quedamos mirando, el sonrió y yo me ruborice, eran tiempos de pandemia, encerrados, aburridos y ese no se que.
Los días pasaban y él y yo en nuestras ventanas, algo raro comenzó a suceder yo salía a tomar mates o simplemente sol y el abría sus postigos y regaba sus plantas o sin remera elongaba, brazos marcados, abdominales en tabla, pectorales en su lugar, era todo un Adonis, tallado a sincel, pareciera que me espiaba, atento cada vez que yo salía al balcón; simplemente nos mirábamos sin decir nada, cual sería el número de su piso me preguntaba.
Una mañana, me encontraba haciendo yoga, cuando los postigos de su ventana se entreabrieron y la silueta de él se dejaba mostrar, a través de la cortina, me espiaba atento y a mí me gustaba, aunque nunca me saludaba, en ese momento, mi cuerpo comenzó a excitarse, mi vulva latía y se mojaba, él me espiaba y podía entrever como, se tocaba, no aguante más la calentura, me desnude frente a él y comencé a masturbarme, la cortina él corrió, pues quiso mostrarme, su pija grande y dura, que hace rato jalaba y juntos nos masturbamos, mirándonos fijamente, hasta llegar a acabarnos, imaginando cómo me cogería, imaginando lo que él imaginaria, cerramos los postigos y nuestras vidas continuaron, como si nada hubiera pasado.
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